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Bronceado

Bronce y bronceado: no es oro todo lo que reluce

El bronce se utiliza cuando se quiere dar un brillo metálico a una superficie y el dorado con pan de oro auténtico o pan de metal no es posible por razones de coste. Sin embargo, esta aleación de cobre y zinc no es resistente a la intemperie. La oxidación puede retrasarse mediante un tratamiento cuidadoso, pero el proceso no se detiene.

Para poder procesar el bronce, se utilizan aglutinantes oleosos o acuosos. La ausencia de ácidos en las llamadas tinturas de bronce es un requisito básico, ya que el bronce pierde inmediatamente su color y brillo por la oxidación.

Estas tinturas deben ser lo más finas posible, ya que una tintura de bronce demasiado gruesa perjudica mucho el brillo del bronce.

Para la producción propia de tinturas de bronce aceitosas o acuosas existen diferentes posibilidades, en función del trabajo de bronceado previsto:

  • Barnices transparentes sin ácido que pueden diluirse con sustituto de trementina
  • Goma arábiga disuelta en agua
  • Solución de gelatina con unas gotas de alcohol y una adición de agua azucarada

El bronceado con recubrimiento de laca significa que la aplicación directa del bronce a una superficie mixta ionizada proporciona un acabado denso, brillante y metálico. Sin embargo, debe sellarse inmediatamente con un barniz sin ácido.

Nota: La eliminación de las capas antiguas de bronce es muy laboriosa y no trata el sustrato con delicadeza. Antes de procesar el bronce hay que que ser muy cuidadoso. Tenga en cuenta que un dorado antiguo se «restaura» rápidamente con una capa de bronce, pero el sustrato queda irremediablemente dañado para el futuro.